¿Cómo están los chicos, cómo están?
Queridos chicos, nunca se olviden de tres palabras: GRACIAS, PERDÓN y AMOR.
- Gracias por todo lo que recibo cada día del amor de Dios.
- Perdón cuando me equivoco, peleo, miento o pego.
- Amor a toda la creación que Dios nos regaló, los animales, las plantas, las personas y todo el mundo.
¿Cómo están las seños y los profes?
- Queridas seños y profes gracias
- porque en cada niño puede percibirse el amor de su vocación puesta al servicio,
- gracias porque puede verse la alegría de su trabajo hecho con esperanza y esfuerzo, ¿no es hermoso verlos crecer y transformarse?
- gracias porque habiendo recibido amor, saben responder con amor.
¿Cómo están papás y mamás, cómo están?
- Papás y mamás, gracias por confiarnos a sus hijos que es lo más importante que tienen. A ustedes quisiera regalarles una palabra valiosa: CRECIMIENTO.
- Crezcan con sus hijos, anímense a abrazar la madurez que les va reflejando el tiempo compartido con ellos.
- Acepten los desafíos de acompañar sus vidas. Verán florecer la paz de cada postergación por amor, y los llenará de la sabiduría que sólo quienes saben darse en honestamente reciben para el bien de todos.
¿Cómo están abuelos, cómo están?
- Abuelos, abuelas, su testimonio es un regalo para sus nietos. Son las raíces que sostienen su vida. Cuiden la fe de los chicos, no solo con palabras, sino con gestos: recen con ellos, cuénteles historias de Jesús, la Virgen María o los santos, y muéstrenles cómo el amor de Dios se vive cada día siendo buenos con todos.
«Queridos niños, docentes, padres y abuelos, somos una gran familia. En esta comunidad, aprendemos a decir GRACIAS, PERDÓN y AMOR, y juntos crecemos en la fe. Que Dios nos bendiga a todos y nos dé un 2025 lleno de alegría y esperanza.»
Emmanuel Sicre, SJ
Rector