Deseamos formar:

• Personas conscientes de ser creadas hijos/as y hermanos/as para amar y dar respuesta al modo de Jesús en la sociedad de la que somos parte como ciudadanos locales, globales y ambientales.
• Personas que, a través del desarrollo integral de sus dimensiones intelectual, emocional y espiritual religiosa, sean profundas, críticas, creativas, reflexivas, maduras y equilibradas.
• Personas libres y autónomas que disciernen humana y espiritualmente los desafíos complejos de la vida y llevan adelante con responsabilidad un proyecto personal y comunitario con valores evangélicos.
• Personas abiertas al futuro, a otras culturas, dialogantes y sensibles a la realidad que nos rodea con el deseo de transformarla y de trabajar con esperanza para el bien común.
• Personas para los demás, de servicio y solidarias que eligen colaborar junto a otros en la construcción de una sociedad más justa, más fraterna, más humana con un compromiso ético inteligente y gozoso.